Cuando empezar hacer puntas?

La iniciación al entrenamiento de puntas en los estudiantes de ballet se debe determinar tras una cuidadosa evaluación de varios factores.

Estos incluyen: la etapa de desarrollo físico del estudiante; 

• La calidad del control abdominal, pélvico y del torso de los alumnos.
• La estabilidad del centro y la alineación de sus piernas que incorpora la cadera, la rodilla, el tobillo y el pie.
• La fuerza, la flexibilidad de los pies y los tobillos , se desarrollan de acuerdo a la frecuencia y la duración de las clases semanales de ballet. 

Es posible que los alumnos con poco control del centro del cuerpo o con hipermovilidad de los pies y tobillos, necesiten fortalecimiento adicional para poder  iniciar el entrenamiento de puntas sin ningún riesgo. No  es  recomendable  subir  en  puntas a ningún alumno  con  poca  flexión  del  tobillo,  insufiente flexión plantar del pie o con limitada alineación de las extremidades inferiores.

El crecimiento y el desarrollo

Pueden haber diferencias significativas en el desarrollo fisiológico de las niñas, dependiendo del comienzo y la duración de la pubertad. 

A partir de los cinco años, el crecimiento lineal es de aproximadamente 5,5 cm/año en las chicas. La velocidad de crecimiento aumenta entre los los diez y doce años, alcanzando un promedio máximo de 10,5 cm/año.

La máxima velocidad en el aumento de peso se da a los 12,5 años en promedio, con un aumento de peso de 8,5 kg /año.  Despues de los 15  años desacelera el crecimiento a menos de 1kg/año. Inevitablemente durante esta etapa de crecimiento surgen diferencias importantes de desarrollo entre una niña y otra.

El Sr. Justin Howse, el ahora jubilado cirujano  ortopédico consultor para el Royal   Ballet Schools y el Royal Academy  of  Dancing (Londres, UK), dice lo siguente:

<< El único factor relevante, es la etapa de desarrollo de la niña. Una actitud dogmática acerca de la edad no es ninguna referencia para la madurez o inmadurez de la niña >>

Esta señala  la  terminación  de  crecimiento en un hueso  tubular (largo) y antes que en la pierna. La aparición de los centros de osificación (la formación del hueso) en el pie comienza a los dos meses en el útero.  La última epífisis en cerrar en el pie lo hace a una edad media de 16 años en los chicos y 14 años en las chicas. 

Desde los 5 hasta los 12 años, el pie medio de la chica crece 0,9 cm al año, alcanzando una longitud media de 23,2 cm a los 12 años. La velocidad de crecimiento del pie medio de la chica desacelera a 0,1 cm por año durante los próximos dos años.

La edad cronológica no se correlaciona con la edad ósea.

Aunque las radiografías pueden mostrar que el crecimiento de los pies se haya completado, son menos exactas para determinar el punto de madurez ósea que se ha alcanzado antes de que cierren las epífisis. 

¿Existe evidencia que la práctica de puntas dañe los huesos en crecimiento? 

No consta de que sea asi, ni de la investigación o anécdotas, ni las experiencias personales.  Con esto no se sugiere que la iniciación de las puntas antes de los 12 años sea inocua.

Que otros factores se deben tomar en cuenta?

En la quinta edición del libro Anatomy and Ballet: A handbook  for teachers of Ballet, Cecilia Sparger escribe: No  se puede enfatizar suficientemente que las puntas son el resultado final de entrenamiento  lento y paulatino  del cuerpo ; espalda,  caderas,  muslos,  piernas,  pies, coordinación de movimiento y la colocación del cuerpo, para que el peso se levante fuera de los pies, con rodillas extendidas y equilibrio perfecto. No debe existir ninguna tendencia a ‘torcer’ los pies ni para dentro  ni para fuera, ni a encoger los dedos. Esto llegará en momentos distintos en  las niñas, ya que no sólo es una función de su trabajo previo, sino  también del tipo de cuerpo que tengan y puede ser parte del crecimiento de los huesos.” 

Riesgos asociados al comienzo temprano de las puntas

Tal como sugiere la Sra. Sparger, el peligro potencial para la niña por haberla puesto en puntas antes de que estuviera preparada, no tiene mucho que ver con los daños a los huesos o las articulaciones (aunque estos sean reales). 

Estos factores pueden causar un estrés indebido en la pierna, la pelvis y el torso. La niña con pies y tobillos hipomóviles está especialmente en riesgo de lesión si se monta en puntas muy temprano.

La condición descrita como pies cavos, puede engañar. Los estudiantes pueden tener  la flexibilidad para alcanzar o incluso sobrepasar la posición requerida en puntas. Los pies cavos son  más probable que se les elija para ballet en general y para puntas en particular. Sin  embargo, a menudo les falta la fuerza y el control postural para hacer trabajo de puntas sin riesgo. 

Antes de empezar puntas es preciso fortalecer todos los músculos de la pierna y desarrollar un control propioceptivo adecuado, para facilitar la alineación correcta. 

La evaluación de la alumna antes de puntas

Uno de los factores que afecta al desarrollo de la fuerza muscular y la habilidad propioceptiva es la edad en que la niña haya comenzado los estudios de ballet. Aunque clases de movimiento a los cuatro años pueden ser beneficiosos para otros propósitos. (tanto Cecchetti como Balanchine coincidieron en eso).

Otro  factor es la frecuencia con que la niña acude a las clases de ballet. En general los estudiantes que tomen una clase a la semana progresarán más lentamente que las que tomen dos o tres clases. 

Las que acuden a cuatro clases por semana serán las que progresan más rápidamente, pero esta frecuencia normalmente sólo se encuentra  en escuelas o academias profesionales. En cualquier  clase de ballet  habrán alumnos de 13 años y chicas en distintos niveles de trabajo en puntas.

Así como también habrá una variedad de tipos físicos y habilidades. Todo esto le agrega  una  gran  responsabilidad al  profesor de danza.  Se debe tener en cuenta el crecimiento  y desarrollo  de  cada alumna,  a la hora de determinar si esta o no preparada.

Consejos para empezar el trabajo de puntas

• No antes de los doce años.
• Si  la  estudiante no reúne las condiciones anatómicas necesarias  (por ejemplo; si falta movilidad en la flexión  plantar de tobillo y pie; si la alineación de  la extremidad inferiores poca), se recomienda no iniciar trabajo de puntas.
• Si es débil en los músculos del “centro” del torso y la pelvis, o tiene piernas débiles, postergue el inicio de puntas.
• Si la alumna es hipomóvil en los pies y tobillos, retrase el inicio de puntas y comience un programa de fortalecimiento.
• Si  las  clases  son dos veces por semana, y ninguno de los factores mencionados con anterioridad es relevante, puede iniciar un trabajo de puntas.

Se le da crédito a George Balanchine, maestro de coreografía de puntas, por haber creado la «baby ballerina.” ¡Se le atribuye haber  comentado, que no hay ningún sentido  en poner una joven bailarina  en  puntas  cuando no puede realizar los ejercicios de trabajo de puntas. 

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